jueves, 18 de febrero de 2010

Puntos de reflexión

¿Quién es Jesús?

“Cuando vamos a la iglesia y escuchamos las santas palabras, nos damos cuenta de que todos tenemos el mismo valor delante de Dios y de que Nuestro Señor Jesucristo vino especialmente por los sencillos y humildes. Pero cuando salimos, nos damos cuenta de que no es así en la realidad. Por eso sentimos que están separadas la Fe y la Vida”.Mensaje de los indígenas de América Latina al Papa Juan Pablo II. Izamal, Yucatán, México.1993.

Pbro. Germán Orozco MoraMexicali, B.C.
El escritor bolchevique Machovec afirmaba: “Lo que los comunistas reprochamos a los cristianos no es el ser seguidores de Cristo, sino precisamente el no serlo”.Por su parte, el filósofo Kierkeggard consideraba que su trabajo de escritor relacionado con el cristianismo, tenía que ver con el problema de no sólo parecer, sino de ser cristiano; con esa polémica, directa o indirecta, sobre la monstruosa ilusión de la llamada cristiandad, o sobre la ilusión de que en un país como el suyo (Dinamarca) todos se nombraran cristianos sin serlo realmente.Es célebre aquella frase de Mahathma Gandhi: “Admiro a Cristo, mas no a los cristianos”. Aunque los cristianos podríamos revirar contestando al célebre pacifista, que lo admiramos a él, mas no a los hindúes, y mucho menos a los terroristas sijs. Así las cosas, sigue pues en pie la pregunta sobre Cristo y el cristianismo.
Vigencia de milenios
El Padre y escritor español José Luis Martín Descalzo, en su obra “Jesús de Nazareth”, considera cómo, después de dos mil años del Nacimiento, Vida, Muerte y Resurrección del Salvador, se continúan escribiendo anualmente unos dos mil volúmenes en torno a la Persona de Cristo y su Doctrina. Cómo su historia ha servido de inspiración para al menos la mitad de todo el arte que ha producido el mundo desde que Él vino a la Tierra hasta nuestros días, y cómo cada año, decenas de miles de hombres y mujeres dejan todo -familia, costumbres, bienes, patria- para seguirle enteramente, como aquellos doce primeros apóstoles.¿Qué tiene ese hombre nacido hace dos milenios, que a todos los hombres inquieta? Es que está vivo y continúa viviendo entre nosotros, aunque muchos se nieguen a verlo.De ahí, por ejemplo, las respuestas a una encuesta realizada en Polonia por un semanario católico sobre: ¿Quién es para ti Jesucristo?, a la cual un obrero replicó: “Es uno de los nuestros”; o según algunos jóvenes: “Jesús es quien invade mi vida”, “Es alguien que me ama”, “Lo veo en cada hombre”, “Me ha enseñado a amar” , “Cristo me oye y responde”, “Lo leo en mis semejantes” , “Cristo -no son meras palabras- es mi vida”. Réplicas todas ellas de personas que conocen a Cristo y que viven sin duda su cristianismo.

Para acercarse al conocimiento
Cuando alguien desea realmente conocer a Jesús, acude a las Sagradas Escrituras, a los Textos Evangélicos, que son la fuente esencial de la Vida de Cristo. A estas fuentes de conocimiento se refería San Jerónimo, Patrono de los biblistas, cuando decía: “Desconocer las Sagradas Escrituras, es desconocer a Cristo”.En esos mismos textos hay respuestas claras sobre el descubrimiento de la identidad de Jesús, pues es el Maestro mismo quien plantea la interrogante a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que soy yo? Y ustedes, ¿quién dicen que soy?Las variadas contestaciones confirmaron que quienes estaban alejados de Jesús ignoraban realmente quién era o aducían meras suposiciones, mas sus seguidores fieles y sus amigos íntimos sí sabían quién era: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo, le dijeron.Es a través del Misterio de la Encarnación de ese Hijo de Dios vivo, como se muestra -diría Santo Tomás de Aquino- la bondad, sabiduría, justicia y poder del Creador y su Verdad: “Porque no despreció la debilidad de su propia creatura, el hombre. Porque vencido el hombre, quiso que no otro sino un Hombre venciera al tirano. Porque escogió la solución más conveniente aunque se hubiese que pagar el más difícil precio. Y porque nada demostró mayor poder que hacer que un Dios se hiciese hombre”.

Pese al desbarajuste general…
Hoy, en un mundo donde mueren treinta y cinco mil niños diariamente por hambre, enfermedades, abortos; en un mundo donde existen países poderosos como USA, donde sufren millones de infectados por el SIDA; donde abundan naciones en las que impera la pobreza y la injustica, con unos cuantos millonarios opulentos y masas miserables que sobreviven con menos de un dólar al día; en un mundo como éste, afirma Martín Descalzo, sigue brillando en el horizonte la estrella de Belén que anuncia la presencia de Cristo, que se hace presente sobre todo a estas nuevas generaciones que están más necesitadas de Él y de su amor como nunca.

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