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Comprender el si a la vida y el no al aborto |
Existen cuatro tipos de razones que ayudan a comprender el
“sí” a la vida y el “no” al aborto.
Existe
evidencia científica para sostener que el ser humano en todas
sus fases de desarrollo – intra y extrauterinas – es
el mismo organismo, y por ende, es un auténtico sujeto
de derechos.
Existen estudios realizados por instituciones y grupos científicos
de prestigio internacional que exhiben las consecuencias negativas de la
legalización del aborto para el bienestar de la mujer.
La
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido en
2002 una importante tesis jurisprudencial sobre la protección de la
vida humana desde la concepción y ha mostrado que esta
postura está basada en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y en los Tratados Internacionales signados y ratificados
por México.
Existe evidencia documental y socio-analítica sobre la acción
internacional financiada y organizada en contra de la vida humana
naciente con explícitos intereses geo-políticos.
Estas cuatro razones nos muestran la
urgencia de proteger la vida humana desde la fecundación y
de trabajar activamente para que ninguna mujer se encuentre desamparada
al momento de tener que enfrentar la difícil situación que
produce un embarazo no-deseado.
1. Las razones biológicas
Existe evidencia científico-empírica
de que el embrión humano posee características estructurales y funcionales
que lo configuran como un auténtico “organismo humano”, como un
“ser humano”. Tanto en su momento unicelular (cigoto) como cuando
ya posee más células (blastocisto, mórula, etc.) el embrión humano
se comporta como un sistema orgánico, con metabolismo e identidad
génica propios, poseedor de un patrón de desarrollo, que si
bien es flexible, orienta hacia un cierto destino a cada
una de las células y al todo en general.
El
desarrollo embrionario es un proceso coordinado (bajo control del nuevo
genoma), continuo (no tiene interrupciones o saltos) y gradual (orientado
paso a paso hacia una forma final). Esto quiere decir,
que durante todo el proceso de desarrollo (intra y extrauterino)
estamos hablando de un mismo organismo humano1.
Por ello, el embrión
humano:
No es parte del cuerpo de la madre.
Las células que
lo componen no están “indiferenciadas” sino que poseen un destino
finamente regulado.
Es un auténtico sistema causal autónomo de base biomolecular,
con cariotipo humano y destino celular regulado, es decir, es
un sujeto individual vivo de especie humana, y por ende,
auténtico sujeto de derechos, auténtico poseedor de dignidad inalienable2.
2. Las
razones de salud pública
Legalizar el aborto no reduce su incidencia.
En España uno de cada seis embarazos termina en aborto.
Veinte años después de la legalización, el número de abortos
se ha incrementado en 400%3.
Legalizar el aborto no disminuye
las tasas de mortalidad materna. Más del 50% de las
muertes maternas del mundo suceden en países que tienen las
leyes más permisivas a favor del aborto4.
La tasa de
mortalidad es más elevada en el aborto legal que en
el parto. La muerte materna vinculada al aborto es tres
veces más elevada que el de los embarazos que llegan
al parto en países que lo han legalizado5.
El haberse
procurado un aborto aumenta el riesgo de embarazos pre-termino y
posttérmino futuros6.
Las mujeres que se han practicado un aborto
presentan mayor incidencia en depresión (78.6%) que las mujeres embarazadas
que no han abortado (35.7%). Mayor incidencia en problemas de
salud mental subsecuentes incluyendo depresión, ansiedad, y desórdenes relacionados al
uso de sustancias adictivas7.
Destaca que la tasa de suicidio
en el año posterior al aborto es tres veces más
alta que la media femenina y siete veces más alta
que la de las mujeres que han dado a luz8.
3.
Las razones jurídicas
La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice:
“Artículo 3.- Todo individuo tiene derecho a la vida, a
la libertad y a la seguridad de su persona.”9
La
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prescribe en el
Artículo 1: “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico
o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición
social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las
preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra
la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar
los derechos y libertades de las personas”. En el artículo
22 se señala: “Quedan prohibidas las penas de muerte, de
mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el
tormento de cualquier especie…”.
La Suprema Corte de Justicia de
la Nación sostiene: “El producto de la concepción se encuentra
protegido desde ese momento y puede ser designado como heredero
o donatario, se concluye que la protección del derecho a
la vida del producto de la concepción, deriva tanto de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como de
los tratados internacionales y las leyes federales y locales”10.
En
un país donde se ha erradicado la pena de muerte
gracias a la recuperación de la conciencia sobre el valor
de la vida humana, resulta absurdo e irreflexivo proponer se
legalice un acto que da muerte a un ser humano
inocente máximamente vulnerable.
4. Las razones geo-políticas
La configuración del mundo global
a partir de tres grandes módulos geopolíticos fue diseñada por
muchas personas e instituciones. El Rockefeller Report de 196911, las
obras de Zbigniew Brzezinski12, y el surgimiento de la Comisión
Trilateral en 197313 son momentos significativos de este proceso. Algunos
de los ideólogos de este proyecto geopolítico visualizaron el grave
riesgo que representaba el crecimiento demográfico de los países pobres
para el esfuerzo estratégico de consolidación de la seguridad de
los países desarrollados.
En esta línea, en 1974, por petición
del Secretario de Estado Henry Kissinger, el National Security Council
de E.U. redactó de manera confidencial un documento popularmente denominado
The Kissinger Report14. De modo explícito y detallado este documento
realiza un diagnóstico y una propuesta de políticas públicas orientada
a la urgente disminución poblacional de trece países pobres con
el fin de salvaguardar la seguridad nacional y los intereses
de los E.U.
El mencionado documento sostiene, entre otras cosas:
“La ayuda para la disminución poblacional deberá dar énfasis prioritariamente
a los países en desarrollo más grandes y de más
alto crecimiento [poblacional] donde existe un especial interés estratégico y
político por parte de los E.U. Estos países son: India,
Bangladesh, Paquistán, Nigeria, México, Indonesia, Brasil, Filipinas, Tailandia, Egipto, Turquía,
Etiopía y Colombia.”15 Así mismo, se declara que “ningún país
ha reducido su crecimiento poblacional sin el recurso al aborto.”16
Durante los años que transcurren entre 1974 y 2007 se
han multiplicado las instituciones que directa o indirectamente promueven el
aborto a nivel mundial. Algunas de las instituciones con mayor
respaldo financiero, y que en diversos momentos han apoyado a
grupos mexicanos favorables a la legalización del aborto son: International
Planned Parenthood Federation (Ingresos anuales estimados de IPPF con sus
instituciones afiliadas: 1000 millones de Dls. US), United Nations Population
Fund (Ingresos anuales: 506.1 millones de Dls. US) o Marie
Stopes International (Ingresos anuales: 11.4 millones de Dls. US) 17.
En México, los grupos a favor de la legalización del
aborto luchan por introducir una agenda a favor de los
derechos de la mujer, de su legítima autonomía y de
su proyecto personal de vida. Sin embargo, una deficiente concepción
del estatuto del embrión humano, conduce a estos grupos a
promover la destrucción de la autonomía y el proyecto de
vida del nuevo ser humano en gestación, y a subordinarse
a una acción global basada en una comprensión mercantil de
la vida humana. Comprensión que privilegia a unos y excluye
a otros, a los más débiles y vulnerables de nuestras
sociedades.
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